Carta No. 1

Hace más de un año, exactamente el 31 de enero de 2008, como aparte de mi nuevo libro publiqué la carta de explicación que Felipe Serrano le escribía a su querida Silvia. Sin embargo, aquella carta fue la respuesta a una que días antes ella le había escrito a él… pues no entendía las razones de su comportamiento.

[Clic aquí para ver la entrada original de “Una Carta… una explicación”]

Aquí les dejo una parte de esa carta, como adelanto de lo que será esta nueva novela que espero (si Dios quiere) llegue a todos ustedes el año que viene :). Espero les guste.

[…] Sin embargo, no me arrepiento de haber dejado que las cosas llegaran demasiado lejos, a mi me gusta sentirme así, o mejor, me gustaba; no por que esperara algo a cambio ni por que esperara que sintieras cosas por mí, ni por que realmente creyera que iba a ser algo recíproco. No, el hecho de querer a alguien no lo obliga a quererte a ti y mucho menos te da derecho a creer que es de tu propiedad. Yo soy un espíritu libre, entrego el todo por el todo cuando veo que lo merecen y que, de una u otra forma, encuentro un buen lugar para guardar mis emociones, mis deseos, mis secretos y lo que hay dentro, lo más importante, lo más profundo, mis errores, mis miedos, mi torpeza y hasta mi falta de motricidad; mi manera utópica de ver la vida y mi propia imaginación. Es como si yo cargara con una cajita de Pandora para todas partes y me diera mucho miedo dejársela a cualquier persona; tú la abriste y ahora la guardaste debajo de la cama o algo así. No sé, no estoy buena con las analogías pero realmente eso no importa ahora. Lo que quiero decir es que, aunque mi forma rara de ver la vida y mis teorías a veces te parecían un tanto absurdas, me han permitido escabullirme de ciertos asuntos sin tener que dar demasiadas explicaciones. Pero fue ese punto de vista tan "raro" el que me permitió ver mucho más allá de lo que ven los demás y lo que me pone en este momento en el limbo. Muchas veces hablamos de tus virtudes, de las cosas que la gente admira y de lo más obvio, pero encontrarse a la maravillosa persona que considero que eres, detrás de tus complicaciones, tus paranoias, tu arrogancia y tu propia concepción negativa de ti mismo, es toda una hazaña. Yo no sé qué esté pasando por tu cabeza en este momento, de pronto perdiste la confianza en mí o simplemente te cansaste de alguien tan poco normal, pero la idea es que tú sí sepas qué es lo que pasa por la mía. Desprenderme ahora como si nada del hombre que me robó la tranquilidad y entender que su universo no está más en equilibrio con el mío, no es una tarea fácil y espero que lo entiendas; es lo más sano pero es mucho más denso de lo que parece. No sólo es decir que la historia dio un giro brusco y puedo adaptarme a él, no, es desprenderme de tus cosas, de tus manías, de tu música y tus miedos, de tus apreciaciones superficiales y de las más profundas, es como empacar todo en un baúl hasta que lo pueda volver a ver impreso en ti, pero ¿cuándo?

Yo no me doy el lujo de decirte que por sentir lo que siento, puedes hacer lo que quieras conmigo y que me muero por que las cosas retomen el curso que llevaban. Así no funciona, si has cambiado pues espero que sea algo bueno para ti, que te traiga beneficios y que realmente logres lo que pretendes con esto. Pero me duele y eso no va a cambiar y al fin de cuentas soy libre de sentirme como yo quiera, aunque así como tú tienes tus objetivos, yo tengo los míos, y uno de los más firmes es ser libre y ser feliz, y si algo se está interponiendo en su consecución, tengo que enfrentarlo con uñas y dientes, abandonando los apasionamientos y enfriando todo tipo de emoción… trabajo en ello, no voy a hacerme daño ni a permitirme hacerle daño a alguien más, y mucho menos cuando me importa de esta manera tan delirante. Sin embargo no sé muy bien qué quiero lograr con todo esto; tal vez te enojes y me digas una retahíla de cosas inconexas que sólo sean fruto de la rabia o de pronto no te tome por sorpresa y dejes las cosas como están y "que esta loca mire qué hace con su vida y son sus delirios de desadaptada", y puede que eso no sea del todo malo, puede que eso sea lo más sano, y si es así, pues no hay drama, en serio; yo la verdad desde que no sé qué puedo esperar, prefiero sencillamente no esperar. Aquí donde me ves, mientras voy escribiendo esto me siento ridícula, patética y hasta un poco infantil, pero al menos siento que el aire me circula en los pulmones de una forma más normal. Así que, creo que ya fue suficiente. Son casi las dos de la mañana y tengo un día terrible en el trabajo, me voy a dormir. No quiero terminar con un clásico "Tú sabes dónde encontrarme" o "no olvides que a pesar de todo te quiero" o "cuando quieras, háblame" porque son puras patrañas, no quiero que seas el centro de mi universo. Sólo sé que hacer esto ha sido bastante liberador, me siento mucho mejor ahora, y aunque mi corazón sigue justo donde lo dejaste, sus latidos han menguado y espero que pronto vuelva a su lugar inicial.

Silvia.

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